El aumento de las oportunidades económicas, la productividad y el crecimiento ofrece algunas de nuestras mejores esperanzas para reducir la pobreza. Sin embargo, como ha comentado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aumentar las tasas de crecimiento económico es esencial, pero no es suficiente. La calidad del crecimiento, su sostenibilidad, composición y equidad es igualmente importante.
Los elementos cruciales de dicho crecimiento incluyen la creación de empleos, oportunidades de generación de ingresos y medios de vida para los pobres. En particular, esto implica mejorar el acceso de las pequeñas empresas a las finanzas, a las habilidades, la tecnología, la información, las prácticas comerciales responsables, los derechos legales y los mercados. Este texto provee un marco de trabajo que permite categorizar dentro de los seis diferentes modelos existentes dentro de la acción corporativa.
En muchos países en desarrollo, lograr este objetivo requiere asociaciones e intermediarios efectivos que sean capaces de abordar las fallas del mercado, las brechas de gobernabilidad y las limitaciones institucionales que actualmente excluyen o ponen en desventaja a la mayoría de los pequeños empresarios del acceso a estos bienes públicos y oportunidades comerciales. Estas alianzas también son esenciales para ayudar a las pequeñas empresas a actualizarse e integrarse en redes de producción y cadenas de valor más amplias y mejorar sus prácticas laborales y ambientales, lo que a su vez puede ayudar a elevar los niveles de productividad y empleo.